lunes, 4 de abril de 2011

Merecido homenaje al arquitecto Pablo Farfán Manzanares

Pablo Farfán, ARQUITECTO con mayúsculas

Desde este blog, donde ciertos profesionales de la arquitectura son habitual y severamente criticados por el tipo de diseños que realizan en actuaciones dentro del BIC Conjunto Histórico-Artístico de Málaga, queremos hoy rendir un justo homenaje a otro representante de este gremio, pero esta vez el reconocimiento es auténtico, no se trata pues de otro sarcasmo.
Nos referimos a Pablo Farfán Manzanares, Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y co-fundador, junto a José Luis Estella Sagrado, del Estudio de Arquitectura Farfán-Estella. Por cierto que desconocemos la posición del Sr. Estella, y es solo por ello que no hacemos aquí referencia a su labor, aunque tal vez merezca igualmente las mejores palabras.
No conocemos personalmente a Pablo Farfán, pero sería un auténtico placer poder charlar con un profesional que en el ejercicio de su actividad parece no olvidar nunca que, ante todo, es un ciudadano comprometido con el planeta donde vive, la sociedad a la que pertenece y el escenario urbano histórico en el que debe insertarse en ocasiones la arquitectura.

Seleccionamos a continuación tres fragmentos de diversas publicaciones, que nos parecen suficientes para confirmar que el halago anteriormente realizado no es gratuito.
En una entrevista realizada por el periodista Alfonso Vázquez para el diario La Opinión de Málaga en octubre de 2009, Pablo Farfán indicaba que “es mejor rehabilitar algo que tirarlo y volverlo a hacer (…) [con respecto a la rehabilitación del Centro Histórico de Málaga, ésta] ha llegado más tarde de lo que debería. De hecho, en el centro han desaparecido calles enteras: la calle Chinchilla ya no está y en Tomás de Cózar quedan algunas casas. Eso es negativo para la ciudad porque esa forma de construir con inercia térmica y con patios beneficia a Málaga. Conservar la fachada es importante pero también su distribución y los materiales.”
En noviembre de 2010, también Alfonso Vázquez, de nuevo para La Opinión de Málaga,  volvía a entrevistar a Pablo Farfán, de quien escribe que “también apoya la Plataforma de No al Hotel el arquitecto malagueño afincado en Madrid Pablo Farfán, quien resalta que «Moneo es la excusa para saltarse la norma». A su juicio, el llamado «efecto Guggenheim», por el que un «arquitecto estrella» es capaz de cambiar una ciudad, como pasó con Bilbao, «sólo ha funcionado en un par de casos, pero es algo que está más que desfasado y que para las ciudades ha sido un fiasco completo». Farfán aboga por una recuperación del Centro Histórico que respete «la ciudad tradicional» y resalta que, si el inmueble de La Mundial se encontrara en Madrid, «estaría calificado como edificio singular».”
Y en el propio blog de Pablo Farfán y José Luis Estella, nos cuenta que “hoy un paseo por el centro histórico de Málaga parece mas bien un viaje en el tiempo a la ciudad de Dresde después de los bombardeos aliados. La demolición sistemática de edificios completamente válidos y rehabilitables, muchas veces con oscuras descatalogaciones del PEPRI, otras con ruinas inducidas, otras con acciones especulativas encubiertas, supone un daño irreparable y difícilmente cuantificable para cualquier ciudad. No se trata solo de un daño paisajístico, donde la ciudad tradicional con edificios centenarios es sustituida por lamentables copias pastiche sin ningún valor arquitectónico, es también un desastre ambiental y un despilfarro energético al demolerse edificios eficientes, construidos con materiales biodegradables siguiendo diseños bioclimáticos, que aún no hemos llegado a analizar suficientemente. (…) Por si esto fuera poco ahora nos vamos a tener que enfrentar a otro problema colateral: La crisis del sector de la construcción va a impedir que se termine el proceso especulativo, dejando los solares sin edificar hasta un repunte del ciclo económico, con lo que además de dejarnos sin CIUDAD vamos a tener que sufrir las consecuencias que esto conlleva, años de acumulación de basura, proliferación de plagas y pérdida de energía por descompactación de la trama urbana.”
Frente a la podredumbre del mensaje de arquitectos como el Sr. Antonio García Garrido, las vitalistas palabras de Pablo Farfán nos reconcilian con la profesión de la arquitectura, y tanto es así que estamos convencidos de que si hubiera más arquitectos como Pablo Farfán Manzanares, la ciudad de Málaga sería un lugar mucho mejor donde vivir.


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"NO TODO EL MONTE ES ORÉGANO"
Después de todo lo dicho, tengo que comentar también lo que no deja de ser una ingrata sorpresa y que se refiere a algunos proyectos de intervención en Centros Históricos participados por el Sr. Farfán, con los que en absoluto podemos estar de acuerdo desde este blog, como es el caso del Colegio de Arquitectos de Huesca, que nos recuerda excesivamente el concepto "neutralista contrastante" tan desgraciadamente implantado en el Museo Thyssen de Málaga por otros colegas de profesión, y para cuyo concurso también participó el Estudio Farfán-Estella con un proyecto igualmente "vanguardista" y que nos resulta del todo contradictorio con las otras referencias tan positivas que hemos citado anteriormente. Sin la menor duda me gustaría tener la oportunidad de charlar sobre estas cuestiones con el Sr. Farfán.