jueves, 7 de abril de 2011

Fases del proceso de destrucción sistemática del patrimonio arquitectónico del Centro Histórico de Málaga

proceso de destrucción sistemática del patrimonio histórico de Málaga, Hoyo de Esparteros y Pasillo de Atocha
Hoyo de Esparteros y Pasillo de Atocha, Málaga 1982

EL LAMENTABLE CASO DE LA ZONA HOYO DE ESPARTEROS Y PASILLO DE ATOCHA EN EL CENTRO HISTÓRICO DE MÁLAGA

ACTUALIZADO 12/3/2019
Tal y como se puede apreciar perfectamente –a pesar de la baja resolución de la imagen– en la fotografía aérea de 1982, todas las parcelas catastrales que se localizan sobre el sector de Planeamiento Hoyo de Esparteros/Pasillo de Atocha [UEc-PA-C.1(T)-ED-230/2002] se encontraban completamente edificadas, ocupadas por edificios históricos, del siglo XIX y anteriores, salvo en el caso de los inmuebles del Pasillo de Atocha 4, 6 y 8 que fueron miméticamente reconstruidos en la década de 1940 tras ser bombardeados y destruidos durante la Guerra Civil Española [INCORRECTO: ninguno de estos edificios fue destruido durante la guerra y se conservaron hasta los años 1980-2010]

Tras décadas de abandono y despreocupación, y si bien dos de los inmuebles fueron demolidos en la década de 1980 (el número 8 del Pasillo de Atocha) y en torno al año 2000 (el número 7-9 del Pasillo de Atocha), el proceso de destrucción sistemática del patrimonio arquitectónico histórico de la zona de Hoyo de Esparteros y Pasillo de Atocha comienza a los pocos meses de conocerse públicamente que una promotora inmobiliaria planeaba un lucrativo proyecto urbanístico, aunque el precedente inmediato hay que situarlo en la modificación del vigente planeamiento urbanístico.
De este modo, la secuencia se inicia a finales del año 2002, con el anuncio por parte del Ayuntamiento de un plan de actuación en la zona, de modo que es el 20 de enero del año 2003, cuando el Alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, dictaba Resolución por la que se aprobaba inicialmente la Modificación de Elementos del PAM-PEPRI Centro, sito en Calle Hoyo de Esparteros (y Pasillo de Atocha), en base a la cual se eliminaba el uso de Equipamiento y Residencial “VPO”, y se establecía el uso Comercial, Hotelero y Residencial “libre”. La resolución se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Málaga del 4 de marzo de 2003.
El 14 de septiembre de 2004, el diario La Opinión de Málaga publicaba una noticia titulada “Una promotora local impulsa un proyecto que revitalizará la zona de Hoyo de Esparteros”, dándose a conocer que la mercantil Braser pretendía llevar a cabo la construcción de un hotel de cuatro estrellas (aún transcurrirían dos años hasta que se asignara al semidiós arquitecto Rafael Moneo la tarea de diseñarlo).
En la primera semana de marzo de 2005, el edificio del número 6 del Pasillo de Atocha sufrió dos incendios, supuestamente ocasionados por la acumulación de basura en su interior y la presencia de “indigentes”; así, el 5 de marzo el Diario El País informaba de que el Ayuntamiento de Málaga había decretado el estado de ruina inminente del edificio y su inmediata demolición, que se llevó a cabo el 15 de marzo de 2005.
Incendio "casual" y "fortuito" en el edificio de Pasillo de Atocha 6 [foto publicada por "Vicky" en Panoramio]
El 11 de julio de 2007, según informó el diario 20 Minutos, se produjo un nuevo incendio, afectando en esta ocasión al edificio localizado en el número 4 del Pasillo de Atocha, que nuevamente fue declarado en estado de ruina y finalmente demolido el 18 de enero de 2008, previo desalojo de los “indigentes” que lo ocupaban ilegalmente.
El 2 de mayo de 2009 informaba Diario Sur sobre un nuevo incendio, esta vez en el número 11 del Pasillo de Atocha que, según informó posteriormente el diario Málaga Hoy, fue finalmente demolido el 4 de mayo de 2010, suponemos que también previo desalojo de los “sin techo” que lo ocupaban.
Resulta pues un proceso bastante “sencillo” que comienza con una trama urbana y una arquitectura repleta de Historia y simbolismo cultural, y acaba con una zona que se parece más al paisaje de Sarajevo en los años 90 del siglo XX y donde la destrucción del Patrimonio Histórico ha sido trágicamente completada:
  1. Las Administraciones Públicas competentes (¿oxímoron?) toleran el abandono y descuido de edificios históricos que si bien no poseen protección patrimonial singular, sí están incluidos dentro del espacio geográfico del Conjunto Histórico-Artístico del Centro de Málaga (Bien de Interés Cultural desde 1985).
  2. Las Administraciones Públicas, a través de la pasividad de las fuerzas de seguridad cuyo control y acción les corresponde, permiten la ocupación de dichos inmuebles por parte de “indigentes”, quienes acumulan basuras y desperdicios varios, que acaban provocando repetidos incendios y, lógicamente, las estructuras arquitectónicas se ven gravemente debilitadas.
  3. Las Administraciones Públicas decretan los correspondientes estados de ruina inminentes y autorizan las demoliciones y, de este modo, la promotora inmobiliaria propietaria de los inmuebles, perdón, de los solares, ya tiene el camino despejado para sus planes de desarrollo urbanístico, ya sin molestos edificios históricos.
  4. Mientras, la opinión pública, la ciudadanía, calla porque ¿quién va a protestar por derribar unos edificios llenos de basuras, ratas e indigentes, y que además los bomberos e ingenieros recomiendan su demolición por representar un grave riesgo de derrumbe?
  5. Pasan los años y los solares se llenan de basura, matojos y ratas, provocando que la opinión pública “exija” soluciones “ya”.
  6. Las Administraciones Públicas establecen un lucrativo convenio urbanístico con los propietarios del suelo y promocionan “a bombo y platillo” un proyecto emblemático firmado por un arquitecto de prestigio mundial.
  7. La ciudadanía se rinde a las alabanzas cantadas por sus representantes electos sobre el proyecto de “regeneración” de la zona, incluso si ello implica derribar el único edificio superviviente de la zona: el popularmente conocido como “La Mundial”; edificio diseñado por el genial Strachan a finales del siglo XIX y que le sirvió de “ensayo” para la arquitectura que materializaría pocos años después en Calle Larios; edificio también que durante varias décadas fue habitado por los Loring, una de las familias más pudientes de la ciudad, y que posteriormente sirvió varias décadas más de sede del Gobierno Civil; y edificio que, al fin y al cabo, contaba con protección arquitectónica (la más “pobre”, pero protección patrimonial no obstante), lo cual quizás hizo más diligentes a las Administraciones Públicas, impidiendo su ocupación por indigentes, impidiendo los incendios, e impidiendo su demolición, al menos por el momento.
  8. Las Administraciones Públicas deciden degradar la escasa protección arquitectónica de "La Mundial"; eso sí, asegurando que van a hacer un  pastichito idéntico, solo que "un poquito más allá", para que les quepa bien la mole del Hotel del ma-Moneo.
  9. A los representantes de las Administraciones Públicas aún se les queda cara de tontos cuando les preguntan cómo fue posible que la ciudad de Málaga fuera descartada en la primera ronda eliminatoria para el concurso de la Capitalidad Cultural Europea 2016.

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