viernes, 13 de enero de 2012

La ilegal Contaminación Visual en el BIC Centro Histórico de Málaga solo se inspecciona y sanciona si algún preboste lo denuncia

El pasado jueves 5 de enero de 2012 publicaba el diario Málaga Hoy una noticia titulada “La particular'anunciación' de Stella Maris” y tan solo cinco días laborables después, publica el mismo medio hoy, viernes 13 de enero de 2012, una segunda noticia titulada “Urbanismo inspecciona la colocación de dos carteles en Stella Maris”.

Y éste es el caso de los rótulos publicitarios sobre la fachada del edificio de la iglesia Stella Maris –no ponemos en duda que se desvirtúa su contemplación– en tanto que si no es porque el tercer (en estadísticas de difusión) periódico de la ciudad publica la noticia, si no es porque el Delegado de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (Manuel Jesús García), si no es porque el decano del Colegio de Arquitectos de Málaga (Antonio Vargas), y si no es porque el arquitecto perteneciente al grupo municipal del PSOE (Carlos Hernández Pezzi) declaran que nos encontramos ante una flagrante ilegalidad por incumplimiento de la Ordenanza de Publicidad del Centro Histórico y de la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía; si no es por estas “influyentes” intervenciones, insistimos, podrían transcurrir no años, sino décadas, sin que desde el Ayuntamiento de Málaga se hubiera movido “ni un solo dedo”.No vamos desde este blog a criticar que el Ayuntamiento de Málaga anuncie que va a hacer cumplir la LEY, lo que criticamos –porque nos indigna– es que la LEY, en la práctica, no es ni universal ni igual para todos, ya que no todas las denuncias se investigan con igual celo ni, por supuesto, con la misma celeridad. En este falso Estado de Derecho, todo depende de quién denuncie las presuntas irregularidades e ilegalidades.

CONTAMINACIÓN VISUAL Y PATRIMONIO HISTÓRICO

Si un ciudadano “corriente” denuncia, se le ningunea y el expediente de tramitación de los actos denunciados se relega al olvido, pero si eres un preboste entonces el Ayuntamiento te atiende con celeridad inusitada. Pierde pues todo su sentido el Artículo 14 de la Constitución Española: “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.”
Los pasados días 8 y 19 de julio de 2010, quien firma este blog presentó ante el Ayuntamiento de Málaga sendas denuncias (denuncia 1 | denuncia 2) por supuestas infracciones urbanísticas y presuntos delitos sobre el Patrimonio Histórico. Seis meses después, aún aguardo –sin impaciencia ya– la respuesta del Área de Cultura y de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga. Tras seis meses, ni siquiera para comunicar que desestiman y archivan los expedientes –que es lo que probablemente habrán hecho– se han dignado en contestar al ciudadano de pleno derecho que interpuso las denuncias.
Claro está, este ciudadano es lo que vulgarmente se conoce como “mosca cojonera” cuya condición y circunstancias personales y sociales no le llevan a ocupar ningún cargo ni puesto con “suficiente relevancia”.
Por otra parte, y para mayor indignación, cabe destacar que si bien es cierto que el edificio de la iglesia Stella Maris está incluido en el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, dicho edificio no tiene siquiera inscripción singular ya que la misma se hizo (BOJA 124 de 25 de octubre de 2001) con carácter colectivo para 16 inmuebles que conformaban inicialmente el DOCOMOMO (Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement) Andaluz.
La iglesia de Stella Maris no es, por tanto, un BIC (Bien de Interés Cultural) singular, y ni siquiera es un bien inmueble inscrito singularmente en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Es más, se trata de un edificio cuyo valor artístico tan solo es reconocido por unos pocos ciudadanos (eso sí, algunos son prebostes, luego sus denuncias “valen” más que las del vulgar populacho), mientras que la gran mayoría sigue pensando que es un perfecto ejemplo de arquitectura fuera de lugar, ya que se inserta de forma dramática, rompiendo la armonía de conjunto, en la zona histórica más emblemática –desde el punto de vista de la Historia del Urbanismo y la Arquitectura– de la transición entre los siglos XVIII y XIX de la ciudad de Málaga; sin olvidar que para su construcción hubo de ser demolido un precioso palacete barroco de más de dos siglos de antigüedad, y que allá por los años sesenta no presentaba ni mucho menos un estado de ruina técnica que respaldara su demolición.
edificio histórico demolido para construir la iglesia Stella Maris en la Alameda de Málagaedificio histórico demolido para construir la iglesia Stella Maris en la Alameda de Málaga
Palacete barroco demolido para construir la aberración contemporánea que supone la arquitectura de la iglesia Stella Maris en el corazón de la Alameda Principal de Málaga [lamento no disponer en este momento de la fuente de estas fotografías, pero la publicaré en cuantro localice el dato]

Sin ser pues un edificio singularmente protegido por el marco jurídico relativo a la protección del Patrimonio Histórico, el hecho de que se hayan colocado dos pequeños letreros publicitarios en su fachada “ha levantado ampollas” y ha hecho “poner el grito en el cielo” a unos cuantos prebostes que en todos estos años de vigencia de dicho marco normativo (desde 1985-1990) no se han dignado a hacer declaración alguna respecto a la gravísima contaminación visual que sufre de forma sistemática el BIC Centro Histórico de Málaga, ni siquiera cuando el Defensor del Pueblo Andaluz, en sus más recientes informes (aquí puede consultar el archivo DOC del Informe 2008) ha denunciado la persistencia de este perjudicial fenómeno y la casi absoluta pasividad de las distintas Administraciones Públicas teóricamente competentes para dar debido cumplimiento a las determinaciones legalmente vigentes.
Sin embargo, ahora, resulta que dos minúsculos letreros les llenan de indignación y consiguen que, desde su posición social “de influencia”, y transcurrida apenas una semana desde hacerse públicos los hechos, Diego Maldonado (Concejal responsable de Urbanismo) se apresure a declarar ante los medios que “nos vamos a interesar en conocer lo ocurrido y ver los trámites que se han seguido” y que “se actuará en consecuencia”. También la denuncia presentada en relación al caso "Hoyo de Esparteros-Pasillo de Atocha" fue publicada en el segundo (por estadísticas de difusión) periódico de la ciudad (aquí puede leer la noticia del diario La Opinión de Málaga) pero el señor Maldonado no tuvo siquiera la decencia de responder a las acusaciones, ni en público ni en privado, ni por vía oficial ni oficiosa.
Una auténtica lástima que ni el señor García, ni el señor Vargas ni el señor Hernández les parezca oportuno, desde sus privilegiados e influyentes sillones, denunciar públicamente los miles de letreros publicitarios que desde hace años y hasta hoy mismo degradan el paisaje urbano histórico del BIC Centro de Málaga, ocultando total o parcialmente multitud de fachadas de edificios con uno, dos o tres siglos de antigüedad, muchos de ellos con especial protección arquitectónica y algunos incluso con protección singular al estar inscritos como BIC de pleno derecho.
Desde este blog venimos desde hace tiempo denunciando públicamente tanto estos graves atentados sobre el Patrimonio Histórico, como la casi absoluta pasividad de las Administraciones Públicas (in)competentes para erradicar este perjudicial fenómeno.
Recordemos ahora los casos más llamativos, como el cartel que publicitaba actos “espirituales” (léase: Jornadas Mundiales de la Juventud) por parte de una “asociación religiosa” (léase: Obispado de Málaga) y que durante meses degradó e impidió la normal contemplación de la fachada de la Catedral de Málaga. O como aquel cartel publicitario de un partido político (léase: PP Partido Popular) en el que se podía contemplar el rostro ciclópeo –por las dimensiones del cartel, no es que digamos que “tiene mucha cara”– de nuestro excelso regidor, el señor Francisco de la Torre Prados, y que durante varias semanas tapó gran parte de un emblemático edificio histórico (con Protección Arquitectónica de Grado I según el Catálogo PEPRI) en la Plaza del Siglo. ¿Y qué decir de esas banderolas publicitarias, también con eslóganes del PP, que durante semanas también impedían la contemplación del Teatro Romano y la Alcazaba?
Contaminación Visual en la Fachada de la Catedral de Málaga

Contaminación Visual en un edificio HistóricoContaminación Visual en el Teatro Romano de Málaga

La lista es interminable y aunque los ejemplos que hemos citado afortunadamente ya no contaminan el paisaje urbano histórico del centro de Málaga, aún persisten innumerables casos, y por eso invitamos a los técnicos municipales responsables de dar cumplimiento a la Ordenanza de Publicidad en el Centro Histórico a que den un sencillo paseo durante el cual “no darán abasto” para anotar cientos y cientos de flagrantes incumplimientos de la referida normativa.
¿Demostrarán tanta celeridad y diligencia como en el caso de Stella Maris? ¿O es que para actuar y hacer cumplir la LEY también van a esperar a que algún preboste se queje?
Contaminación Visual en el BIC Conjunto Histórico-Artístico del Centro de Málaga
Contaminación Visual en el BIC Centro Histórico de Málaga
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